lunes, 30 de enero de 2012

Esta nuestra causa...






¿Casualidad o causalidad?
Ingenua, utópica, lunática o amalgama de todo ello...

Kammerer componiendo la serialidad de nuestras vidas,
Einstein manteniendo nuestros cuerpos unidos al mundo,
Lieserl dotando de incertidumbre los nodos del futuro,
Hume ofreciendo el empirismo de nuestro conocimiento.

Pero si la causa se cree escéptica, quién dotó de significado al escepticismo?
Si solo podemos confiar en el conocimiento que adquirimos mediante nuestras percepciones no es tan absurda la idea de la causalidad. Si se parte de que la razón precede al conocimiento y a veces conocemos algo sin haber pertenecido a su praxis, de dónde surge ese entendimiento?
De la propia razón. Y dónde se encuentra el origen de esta nuestra razón?

Conocemos aquello que ya hemos visto, palpado, escuchado, olido; en esencia, sentido...
Si no hemos practicado ese empirismo aquí y ahora y aún así gozamos de dicho conocimiento es porque; aunque nuestra memoria, tan plástica y desconocida, lo dejó en un estante olvidado; hemos formado parte de ese momento...







Gracias








Ciudadana del mundo.


14 comentarios:

  1. Grandes preguntas que necesitan grandes respuestas... y muchas veces ni si quiera podemos encontrar un por qué.....

    Interesantes palabras, que invitan a la reflexión..

    un abrazo enorme

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  2. "¿Casualidad o causalidad?"
    Ni la una ni la otra. La casualidad no es más que la explicación a aquello que no logramos comprender. Es el comodín para todo aquello que no sabemos o no queremos explicar.
    Y la causalidad no es más que un invento del ser humano. El razonamiento causa-efecto es algo propio de la filosofía occidental, muy arraigado a nuestro pensamiento, pero para nada inherente al ser humano, y tampoco a la naturaleza. Y no pretendo con ello desmontar la tercera ley de Newton. Las leyes de la física tratan de llevar la naturaleza al pensamiento humano, y para ello se valen de figuras creadas por el hombre (como la causalidad). Newton observó lo que le rodeaba y le dio una explicación acorde con el pensamiento que imperaba en su época y lugar. Más tarde Einstein hizo lo propio, y se volverá a hacer una y otra vez. Las leyes físicas son modelos que tratan de predecir el comportamiento de la naturaleza, pero nunca lo explican. Ergo la causalidad no existe.

    "Pero si la causa se cree escéptica, quién dotó de significado al escepticismo?"
    Interesante reflexión. Permíteme reformularla. No es la causa la que se cree escéptica, si no el escepticismo el que no cree en la causa (porque no cree en nada), por lo que no necesita que nadie le dote de significado. No es causa, ni medio, ni efecto ni fin de nada. Ni siquiera existe de modo tangible, es otro modelo más inventado también por el hombre. Un invento que a su vez reniega de su creador, haciendo al escéptico un profundo creyente de "la Nada y nada más". Y ahí radica la fuerza del mismo: Jamás te equivocarás si no crees en nada.

    Ello no lleva al escéptico a confiar todo el conocimiento en sus percepciones físicas. Es más, desconfía aún más si cabe de lo que es capaz de percibir o razonar. No se cree en posesión de la Verdad porque piensa que la Verdad no existe. Por eso no parte "de que la razón precede al conocimiento", pues el escéptico considera la razón algo tan absurdo como el dogma. La razón no es más que el instrumento del que se vale el ser humano para tratar de inferir una explicación a partir de lo que observa, lo cual para el escéptico no tiene sentido, pues ni lo que el hombre observa es fiable (Heisenberg) ni existe una explicación para nada. Tampoco se fía de la praxis, pues está basada en los sentidos.

    Por tanto, en resumen, el escéptico desconfía de todo conocimiento, pues rechaza la idea inequívoca de la Verdad, por lo que no considera a ningún ser humano (ni a sí mismo) en posesión de la misma, pues esta, sencillamente, no existe.

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    1. Iniciando el debate, me propongo a rebatir su explicación acerca de lo causal y lo casual. Como hablamos ayer, desde mi punto de vista, cuenta la IDEA y no la explicación de la ley. Más aún si esta es universal, como fue el caso expuesto por su compañero. Me remito entonces al idealismo transcendental Kantiano y a su interpretación en "Crítica de la razón pura". Como se expone, el conocimiento se basa en una ambivalencia psicológica-intelectual de un elemento externo al sujeto, lo dado, el objeto de conocimiento; y en uno puesto, el propio sujeto que conoce. Llegados a este punto lo que cae bajo nuestra capacidad de conocer (fenómeno) y lo que se encuentra fuera de ella (noúmeno) entran en juego. Si tenemos en cuenta la IDEA, de la que hablaba, podríamos identificarla como noúmeno; con el matiz aportado de que sí podemos percibir la inteligibilidad de ese noúmeno. He aquí el mérito de todos los pensadores, que no científicos, de entender el "objeto de estudio" sin estudiarlo. Entienden el noúmeno y no el fenómeno empírico solamente. Vd intenta demostrar que ese fenómeno no puede ser explicado por la ley, ésta solo puede predecir el comportamiento. La aportación, desde mi humilde e inexperta opinión, que doy a ello es la que acabo de argumentar. Sí puede ser explicado el fenómeno, pero desde una visión más elevada, desde la capacidad de entender lo ininteligible (aprovechando ya este amor por la contradicción).

      Con respecto a "Si la causa se cree escéptica, ¿quién dotó de significado al escepticismo?" la creencia a la que me refería es externa, no de la causa. Es decir, si creemos que la causa no existe, somos escépticos ante ella, ¿quién le dio significado a nuestro escepticismo?. Ante su planteamiento de "jamás te equivocarás si no crees en nada" entran en contradicción sus palabras. El jamás implica que la equivocación nunca se dará, por lo que ya está, no solo creyendo sino afirmando, que la equivocación no se producirá nunca; está creyendo en su imposibilidad. Ergo creyendo en algo.

      El principio de mi argumentación lleva al final de la suya también. Si creemos en nuestro conocimiento meramente físico estamos imposibilitando la capacidad de ascender y tener una visión más elevada. Esto explica su planteamiento "Las leyes físicas son modelos que tratan de predecir el comportamiento de la naturaleza, pero nunca lo explican". Si lo vemos desde la perspectiva del escepticismo es así. Si nos deshacemos de ella le encontramos el sentido universal. Desde mi punto de vista, la razón ni precede ni antecede al conocimiento. Viven de forma comórbida, no como dogma sino como esencia (sin pretender en esta "esencia" ningún significado teológico).

      No hablo en ningún momento de Verdad, ese es el gran mal del científico, pues la verdad es rebatible. Si un planteamiento no puede ser rebatido pierde credibilidad, de ahí el origen escéptico. Sin embargo, mi planteamiento transciende a la Verdad, planteo la posibilidad comprensión por encima de la comprobación.

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  3. Me quedo reflexionando sobre lo que expones, me parece muy interesante.

    Besos.

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  4. Interesante réplica. Con su permiso, paso a contestarla:

    En primer lugar, usted y yo hemos diferido hasta ahora en el hecho de hablar de una IDEA más allá de la explicación de una ley. Por mi propia experiencia vital, creo que no había sido capaz de entender ese concepto, pues usted hablaba de un conocimiento que yo desconocía, por lo que, desde mi escepticismo, consideraba inexistente, imposible. Ahora sé que cuando habla del noúmeno no se refiere a un conocimiento dado por "ciencia infusa", si no a algo mucho más profundo que uno es capaz de conocer sin necesidad de tener una experiencia sensible (sensorial) sobre el mismo. Como escéptico (a menudo con tintes nihilistas), no me ha cabido nunca otra postura que la duda ante la afirmación de este conocimiento. Pero rectificar es de sabios, y aunque yo no pueda considerarme uno de ellos, sí que me veo en la obligación de mutar en parte mi postura al respecto de este tema. Considero que el pensamiento nunca debe ser algo inamovible, pues está en constante crecimiento y aprendizaje.

    Últimamente he vivido, de forma bastante intensa, una experiencia que me ha hecho dudar de todo, y creer en todo al mismo tiempo. He vivido cosas en las que si tan siquiera creía, y es precisamente el hecho de no haberlas vivido como fenómeno sino como noúmeno lo que me ha impedido dudar de su realidad o validez (a un plano muy alejado del empirismo). Si vivo algo en lo que no creo: ¿Es que lo que he vivido no es real? ¿O es que yerro en mi concepción de la vida y las experiencias que esta proporciona? Tras descartar la primera afirmación por lo que he escrito anteriormente (he llegado a un conocimiento puro, más allá de la razón y sin creencias ni esperanzas previas, por tanto incuestionable por mi propia naturaleza escéptica), solo me resta plantearme si precisamente ese escepticismo que practico es un buen compañero de vida.

    A lo largo de dicha vivencia me he planteado este tema en varias ocasiones. Como no había llegado a ninguna conclusión, no me parecía oportuno compartir dichas elucubraciones. Estamos hablando de algo muy serio, por lo que creía oportuno emitir una respuesta a su comentario con las ideas claras al respecto del reto intelectual que en él se me plantea, de ahí la demora de la misma. Siempre he creído en lo que he Sentido, así como en lo Vivido; incluso a veces, y sometiéndolo siempre a la duda metódica cartesiana, he llegado a creer en cosas que he Visto. Sin embargo, hasta ahora estos conocimientos recibidos por los canales arriba indicados han sido compatibles con mis concepciones pretéritas sobre los temas en los que han influido, por lo que hasta la fecha nunca me había supuesto una contradicción creer en ellas.

    Pero esta última experiencia vital sí que ha supuesto una contradicción en sí misma, y me obliga a reformular mi postura. Con su permiso, cito un párrafo de su réplica:

    Con respecto a "Si la causa se cree escéptica, ¿quién dotó de significado al escepticismo?" la creencia a la que me refería es externa, no de la causa. Es decir, si creemos que la causa no existe, somos escépticos ante ella, ¿quién le dio significado a nuestro escepticismo?. Ante su planteamiento de "jamás te equivocarás si no crees en nada" entran en contradicción sus palabras. El jamás implica que la equivocación nunca se dará, por lo que ya está, no solo creyendo sino afirmando, que la equivocación no se producirá nunca; está creyendo en su imposibilidad. Ergo creyendo en algo.

    (continúo en el siguiente comentario, pues Blogger limita su extensión)

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  5. Ante esas palabras, debo decirle, de forma categórica y sin ningún rubor: "Tiene usted razón". Antes que escéptico, he sido siempre Libre. Esa Libertad, llevada al extremo, es la única compañera de vida que me he tenido siempre, y me atrevo a decir (también sin ningún rubor), que espero que lo haga el resto de mis días. Por tanto, ninguna concepción (siempre mutable) debe ponerle trabas a esa Libertad, pues en mi opinión, es el sentido primero y último de la existencia.
    La afirmación de "jamás te equivocarás si no crees en nada", es en sí misma una contradicción (lo cual no es malo en absoluto). Pero, como usted dejó entrever en las palabras que he citado, es además una traba hacia el conocimiento del noúmeno. Una traba que, por desconocer éste último, había pasado por alto. Como ser humano Libre y escéptico, considero que "creer en la imposibilidad" es precisamente la más perversa de todas las creencias, pues limita a quien la practica a aquello que conoce, alejándolo de todo lo que le resta por descubrir, haciendo que se quede solo con lo que en su concepción a priori es "posible".

    Por tanto, debo rectificar mi postura:
    A priori: Nada existe. Ni siquiera aquello a lo que uno es capaz de encontrarle explicación necesariamente existe, pues dichas explicaciones (si hablamos de ciencia, por ejemplo) son tan sólo herramientas para predecir comportamientos de la naturaleza. Stephen Hawking, en su libro "Historia del Tiempo", hace una introducción a las Teorías de Cuerdas en los siguientes términos:
    (...) En estas teorías, los objetos básicos no son partículas que ocupan un único punto del espacio, sino objetos que poseen una longitud pero ninguna otra dimensión más, similares a trozos infinitamente delgados de cuerda.
    (...)
    Una partícula ocupa un punto del espacio en cada instante de tiempo. Así, su historia puede representarse mediante una línea en el espacio-tiempo (la «línea del mundo»). Una cuerda, por el contrario, ocupa una línea en el espacio, en cada instante de tiempo. Por tanto, su historia en el espacio-tiempo es una superficie bidimensional llamada la «hoja del mundo». (Cualquier punto en una hoja del mundo puede ser descrito mediante dos números: uno especificando el tiempo y el otro la posición del punto sobre la cuerda).
    En resumen: las Cuerdas, como tal, "no existen", pues no cabe la existencia de ningún objeto que tenga una sola dimensión espacial. Son tan solo una herramienta (realmente poderosa, por cierto) que sirve para explicar muchos comportamientos que hasta su invención (pues son un ente artificial), no tenían explicación posible. No son tampoco un noúmeno, son simples (y complejas al tiempo) herramientas que explican un fenómeno.

    Hasta aquí: Nada nuevo. Sin embargo, mi experiencia vital me ha enseñado que sí que existe un Conocimiento más allá de los sentidos. Hasta la fecha, creía que este conocimiento tan sólo podía darse en uno mismo, sin posibilidad de comunicarlo de ninguna manera. Erraba. Mi escepticismo había llegado a apartarme de ese conocimiento en el que, por mi forma de concebir el mundo, no era capaz de creer. Pero aún sin creer en él, he tenido ocasión de experimentar ese Conocimiento que traspasa las barreras de la propia concepción del fenómeno, de la comunicación mediante palabras, llegando a formar un vínculo entre seres humanos donde, ajeno a la razón, el Conocimiento fluye de forma bidireccional.

    Hasta ahora pensaba que Vivir y Sentir eran condiciones suficientes y necesarias para creer en algo. Por otro lado, creía que Ver era condición necesaria pero no suficiente para hacerlo. Mantengo el primer enunciado, pero despojo a los sentidos ("Ver") del papel de "necesarios" para alcanzar el Conocimiento.

    (concluyo en el siguiente comentario, por la misma razón)

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  7. Reformulo pues mi escepticismo, dándole un sentido más débil, donde tan solo la experiencia y los sentimientos son condiciones para creer en algo. ¿Los sentidos? No lo son: Pues al tiempo que pueden llevar a un conocimiento equivocado si se confía sólo en ellos, existe un conocimiento que se alcanza sin que éstos sean necesarios.

    Tras una larga y profunda reflexión, que he tratado de hacerle seguir con mis palabras, y aprovechando los últimos párrafos de su réplica, enuncio:
    El fenómeno no existe más allá de la percepción sensorial, y se le busca explicación mediante artificios de la razón, por lo que debe dudarse siempre del mismo.
    El noúmeno trasciende a la razón ("la razón ni precede ni antecede al conocimiento. Viven de forma comórbida, no como dogma sino como esencia"). Pero su existencia es tan solo asumible una vez se ha Vivido y Sentido ese noúmeno. Y cuando dicha existencia se asume, es posible Vivir y Sentir en él, por lo tanto, es posible comunicarlo (en un sentido mucho más amplio que las palabras) y transmitir el Conocimiento que aporta.
    Ergo rectifico, y nuevamente sin ningún rubor, desde mi escepticismo, y anteponiendo la Libertad como medio y fin último, acepto (porque la he Vivido) "la posibilidad de comprensión por encima de la comprobación".

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  8. Oh querido! Cuán efímero puede llegar a ser un planteamiento experimentado desde la gran capacidad ecléctica de la que gozamos unos pocos (o no tan pocos). Lo cierto es que hablar del noúmeno es racionalizar sobre él. Nuestras capacidades expresivas humanas, incluyendo el habla, "gozan" de un mecanismo biológico (serial o paralelo, aún en debate) que, irremediablemente, convierten lo expresado en racionalización (ya sea entendido el término en su primera o segunda acepción). Como bien mostramos (empíricamente) en dicho discurso escrito, somos seres humanos, ergo empleamos dichos mecanismos (por ahora) para comunicarnos. Confío en la evolución de la especie y en su capacidad adaptativa, así mi hipótesis nula, de expresión universal y a-biológica, la dejo para futuras "mentes" y para nosotros en una dimensión a-científica. Teorías de Cuerdas, Supercuerdas , Agujeros negros, de gusano… es todo tan simple! Como bien dice vd, hasta aquí nada nuevo. Los científicos son tan sumamente empíricos, exactos y tácitos que hablando de flavors (en relación a los quarks) los dotan de colores (rojo, verde y azul) muy bonito e inteligible, tanto, que estas etiquetas imaginativas hacen referencia a una propiedad (el color) que los quarks no podría sustentar ya que son partículas más pequeñas que la longitud de onda visible.
    Científicos! Los amo.

    Por ahora, muy a mi pesar, el medio racional es el único para expresar, que no Expresar, planteamientos que requieren el habla o escrita. Racionalizando pues el noúmeno (solo en términos prácticos y materiales, palabras) creo que el término que empleé en su momento para referirme a él, IDEA, lo ha captado. Sin embargo, también puedo comprobar que continúa en su forma escéptica, aunque no inamovible, y muy respetable. Dice haber Vivido una experiencia no como fenómeno sino como noúmeno. Querido, el noúmeno no es una forma de Vivir puesto que así se materializaría en emociones, sentimientos y sensaciones (todo ello parte de la vida humana). No se trata de algo espiritual más allá del cuerpo físico tampoco, simplemente es per se. Como ya dije no puede definirse pues por sí mismo ya que es pleno; el simple hecho de estar escribiendo ahora sobre él ya lo hace contingente y esa no es la IDEA.

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  9. Si ha Vivido y Sentido cosas en las que no creía es porque, como bien dice después, comienza a plantearse la buena compañía de su escéptica aliada. Cuando "algo" pone TODO patas arriba nos desestabiliza, y uno se re-equilibra luego con un cambio de paradigma o ratificando la forma semi-estática inicial. En las experiencias, sean estas físicas, intelectuales, amalgama de ambas o extracorpóreas, nada tiene que ver el noúmeno, sino Uno Mismo. He aquí lo que creo vd descubrió, señorito. Simplemente ahora logró Vivir y Sentir algo que no había experimentado antes, lo cual creía que no existía debido a su escepticismo. Un gran logro superar las barreras de sus cartas credenciales y adentrarse en N(o)ción Extranjera, sea lo que sea que ésta nos haga descubrir. Ratifico pues sus categóricas y nada ruborizadas palabras, "creer en la imposibilidad es precisamente la más perversa de todas las creencias". No me ruborizo diciéndole que efectivamente tiene vd toda la RAZÓN.
    Estoy de acuerdo con vd en el Conocimiento (del) noúmeno, sin embargo en su planteamiento sobre su comunicación discrepo. No se Comunica pues no es Algo. Esa forma de Comunicación de Conocimientos a la que hace vd referencia sí creo que es posible, pero nada tiene que ver (nuevamente) con el noúmeno. Lo cierto es que no existe un término exacto para denominar a esa forma de Comunicación. La telepatía no sería el vocablo adecuado pues se desprende de lo físico y se cree a distancia. Ésta de la que habla, creo entender (puedo equivocarme), engloba un TODO y no descarta NADA. Como no conozco un término para su expresión humana (esta que prende a todos) lo llamaré Comunicación Marciana (simple y claro, sin el griego científico.)

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  10. Ya para finalizar. Su reformulación escéptica, si vuelve a analizarla, continúa siendo escéptica.
    “El noúmeno trasciende a la razón ("la razón ni precede ni antecede al conocimiento. Viven de forma comórbida, no como dogma sino como esencia"). Pero su existencia es tan solo asumible una vez se ha Vivido y Sentido ese noúmeno. Y cuando dicha existencia se asume, es posible Vivir y Sentir en él, por lo tanto, es posible comunicarlo (en un sentido mucho más amplio que las palabras) y transmitir el Conocimiento que aporta.
    Ergo rectifico, y nuevamente sin ningún rubor, desde mi escepticismo, y anteponiendo la Libertad como medio y fin último, acepto (porque la he Vivido) "la posibilidad de comprensión por encima de la comprobación".”

    Cuando emplea vd la conjunción adversativa tras mi cita, está restringiendo la comorbilidad de razón y conocimiento a lo Vivido y Sentido, ergo experimentándola y haciéndola coincidir con su empirismo escéptico. Me remito nuevamente al inicio de mi argumentación. No es una forma de Vida sino existente e inexistente, asumible por sí mismo. Si acepta la posibilidad de comprensión por encima de la comprobación (porque la ha Vivido) es que la acepta por haberla experimentado de alguna manera, ergo comprobado.

    Sin más dilación, decirle que los cambios de paradigma intelectual son la riqueza de la sabiduría.

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  11. Querida Ciudadana:

    En ningún momento he osado pretender racionalizar el concepto del noúmeno.
    Sin embargo, las palabras son el único medio que tengo para expresarme, al menos por este canal, por lo que no me queda otro remedio que hacer un esfuerzo para tratar de transmitir mis conclusiones sobre el nóumeno mediante palabras, con todas las limitaciones que ello conlleva, pues las palabras pasan inexorablemente por el filtro de la razón.
    Uno de los grandes defectos del ser humano es la necesidad de verbalizar todo aquello que piensa y siente. Las palabras, con su significado y significante, son entes limitados, que tratan de acercarse al concepto que estamos verbalizando, pero nunca logran captar su esencia completa.
    Solo cuando uno logra "entender en abstracto", despojándose de la limitación del verbo, es capaz de captar la esencia completa de lo que Vive y Siente.

    Tras esta última afirmación, entro a rebatir, en parte, su crítica. Usted dice que yo hablo de comprobación cuando hablo de Vivir y Sentir el noúmeno. Probablemente no haya expresado estos conceptos con la suficiente claridad. Vivir y Sentir, en mayúsculas, son verbos con los que trato de simbolizar el conocimiento que da la parte no-racional (¿alma?) del ser humano. Obviamente esta "experiencia" (nótense las comillas, por distar mucho de la experiencia sensorial) no es expresable con palabras (pues caeríamos en su racionalización y verbalización para poder hacerlo). Una persona Siente cuando sin necesidad de Ver (verbo en el que englobo toda experiencia sensorial) es capaz de Conocer. Una persona Vive cuando mira a su alrededor, restando importancia a lo que Ven sus sentidos, y capta la esencia de sus circunstancias, sin necesidad de racionalizar nada.

    Debo matizar nuevamente sus/mis/nuestras palabras. Efectivamente: "(el noúmeno) no se Comunica, pues no es algo". Sin embargo, sí que es posible la Comunicación del Conocimiento que aporta el noúmeno (no del noúmeno en sí). Lo es por la pura naturaleza del Conocimiento, el cual existe porque puede transmitirse. Sin esa posibilidad de comparición éste no tendría sentido, pues sería estéril. Me gusta, sin duda, su forma de llamar a esta Comunicación.

    "Conocer". Nuevamente nos encontramos con otra palabra cuyo significado no es suficiente para expresar aquello a lo que me refiero. Nuevamente me refiero, como seguro que intuye, a algo mucho más profundo que el mero conocimiento racional o sensorial. No es fácil de expresar con palabras, al menos conceptualmente. Pongamos un ejemplo sencillo y completo al mismo tiempo:
    Cuando uno llega a Amar de verdad a alguien se empapa de esa persona, a todos los niveles.
    El Amor, como todas las cosas que merecen la pena, aportan Conocimiento. Este Conocimiento puede ser de muy distinta índole:
    - La persona amada puede aportar conocimiento racional, empírico, formándose entre ambos una relación de profunda admiración intelectual.
    - Puede aportar también conocimiento más allá de la razón, a través de la "Comunicación Marciana".
    - Puede ser también de índole física, a través del Sexo, íntimamente relacionado también con el guión anterior.

    Cuando uno junta todo ese conocimiento, llega al Conocimiento de la otra persona. Llega a captar la esencia única y propia del ser humano que tiene delante. Y lo hace porque le Ama (¿Es el Amor un noúmeno? - Ahí dejo la pregunta). Llega a la más tremenda admiración intelectual, unido al más profundo cariño y mezclado con el más desatado deseo.
    Obviamente desconozco si la Mujer que se esconde tras su avatar lo ha Vivido, pero le puedo asegurar que es algo digno de Sentir.
    Ese TODO, es el Conocimiento del que hablo. Que nada tiene que ver con la comprobación, ni siquiera con la experiencia, sino con la Vida y el Sentimiento.
    Por este medio, y mediante palabras, es lo más sencillo que soy capaz de expresarle para tratar de que se haga una idea de a qué me refiero.

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  12. Sobre la reformulación de mi escepticismo. obviamente sigue siendo escéptica, por eso es una reformulación. No me despojo del escepticismo: Le doy, como dije, un sentido más débil, admitiendo Vivir y Sentir como razones suficientes para creer en algo, rechazando la necesidad de Ver.

    Y, también yo, aprovecho su conclusión para ofrecerle la mía:
    No es Vivir y Sentir, como adelanté en el primer párrafo, ningún tipo de comprobación, ni siquiera experimentación. Trasciende a lo sensorial, aparca lo racional y queda, desnudo y sin tapujos, ante el TODO. Se empapa de él y lo Conoce. Y si se hace bien, no requiere de ningún procesamiento de la razón, pues ese Conocimiento va directamente a la esencia última del ser humano.

    Respecto a su última frase, permítame matizar: En general, desconfío bastante de los grandes cambios paradigmáticos, pues suelen conllevar un rechazo del anterior. Creo más bien en la constante evolución del pensamiento, en el constante crecimiento, y por supuesto, en el paulatino y nunca interrumpido Cambio.

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  13. Releyendo mi réplica, aclaro:

    El ejemplo que le he puesto sobre el Conocimiento es tan solo eso. Un ejemplo. No he afirmado que el Amor sea un noúmeno (es una cuestión que dejo abierta por si le apetece responderla a usted). Es tan solo una ejemplificación de lo que entiendo como Conocimiento, el cual, solo puede ser entendido como completo, del TODO.

    Esa es la clase de Conocimiento que sostengo que aporta el noúmeno. Un conocimiento más allá de lo racional, más allá de lo físico y más allá incluso de lo emocional. Un Conocimiento TOTAL y Directo, sin los filtros del verbo o la razón. Eso no significa que el noúmeno no pueda aportar también conocimiento intelectual. De hecho, este extenso debate, es un buen ejemplo de que sí lo hace.

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