jueves, 16 de octubre de 2014

YO SOY, that is the question



SOY MUJER. 

Esta es la primera etiqueta de mi discurso. Se entiende ahora que como mujer, debo (segunda etiqueta de la intervención) luchar (tercera etiqueta) por una causa que representa a mi colectivo (cuarta).

Partiendo de esta base, donde las estiquetas SER MUJER, DEBER, LUCHAR y COLECTIVO; focalizan la atención, quiero decir lo siguiente:

El gran problema al que nos enfrentamos desde hace siglos es el de las etiquetas o moldes y la libertad; no el de la lucha por el reconocimiento de ser mujer, como si fuese un deber del colectivo (hombres y mujeres) dicha lucha.

Hasta hace poco, reconozco, no conocía el antónimo de machismo y no entendía cómo un movimiento de lucha por la igualdad no se llamaba igualitarismo y sí feminismo (término que creía-y morfológicamente tiene sentido-antónimo de machismo). Después de lanzar la pregunta para que fuese aclarada mi duda, obtuve respuestas. El antónimo de machismo es hembrismo...y el de feminismo? No hay, porque es el término usado para luchar por la igualdad de géneros (no de sexos, ojo). Entonces apareció el término masculinismo (que, una vez más, morfológicamente tenía sentido que fuese el antónimo de hembrismo) pero resulta que no, que el masculinismo es el antónimo de feminismo (aunque el colectivo feminista dice que es sinónimo de antifeminismo).Y antimachismo existirá? Pues no me ha quedado muy claro pero parece (corríjanme si me equivoco) sinónimo de feminismo.

No sé si me siguen ustedes, pero esto parece una batalla circular...vamos, que no tiene salidas posibles.

Ya para concluir aparece sexismo...que dije yo, pues será la lucha por la igualdad o diferenciación-ya ni sabía- de sexos...y parece una vez más que el sentido común es el menos lógico y COMÚN (última etiqueta) de los sentidos. Resulta que sexismo define la diferenciación de género (no de sexos, ojo) o discriminación de sexos (no de género, ojo). Y generismo, existirá? Pues no me ha quedado muy claro pero parece (corríjanme si me equivoco) sinónimo de sexismo.

Conclusión:  No sabemos - a pesar de tanta lucha -  diferenciar sexo y género. Nos basamos en antónimos de lo proigualitario y en sinónimos de lo desigualitario (no aportamos nada positivo, parece). La palabra igualdad (simple y aguda) queda relegada al olvido entre tanto eufemismo. Y digo simplemente igualdad, porque qué pasa con la transexualidad? y la transgenereidad? (existe transgenereidad? de transgénero-no transgénico, queridos, que yo también mezclé sexo com genes y género y tocino con velocidad, aunque éstos al menos tuviesen una relación histórica lógica.)

Me parece, subjetivamente (no me corrijan, pues esto es subjetivo, pero opinen libremente), que la solución es más bien luchar (nos estamos confundiendo de enemigo) contra las etiquetas - que si bien son necesarias, parece que sin ellas no podemos "comunicarnos" - que nos restan libertad (no de expresión, sino de Comunicación, que creo es lo realmente importante.)

Porque pensemos, señores, SER MUJER es más importante que ser? o es que simplemente ser es tan COMÚN que nos iguala y pierde sentido la LUCHA? Por qué derechos humanos y no DEBERES humanos también? Por qué ( ¿bisexismo?) hombres y mujeres y no un único COLECTIVO luchando por una causa común? 

Hemos evolucionado o involucionado - según quién y cuándo lea - lingüísticamente. Hemos luchado por el empleo de términos neutros, defensa de la x (genética o no) para otrxs, ellxs; palabras como miembros y miembras etc, y no nos planteamos la evolución, ya no de la palabra feminismo (que a mi juicio sí debiera modificarse, pues si las etiquetas sirven para comunicarnos, al menos que se entienda sin rodeos lo que queremos decir) sino del SER HUMANO, que, como decía mi abuelo, ser humamo parece que no es lo mismo que ser humamo.

Porque la diferencia de sexos existe y es buena (la diversidad genera evolución). Es la existencia de privilegios (derechos sin deberes) la que debería dejar de diferenciarnos.

Así que perdónenme si se ofenden cuando digo que no soy feminista. Lo siento pero no puedo defender derechos humanos y derechos de la mujer por separado; no puedo hablar de opresión, violación y privación de la mujer sin tener en mente el de niños, niñas, transexuales, transgénicos, blancos, negros, homosexuales, bisexuales, asexuales, pobres, ricos y hombres también (y no les estoy dando más poder por decirlo) animales, vegetales y el gran etc. de etiquetas que nos definenen y nos diferencian. La diferencia crea diversidad, repito, es buena...lo que no es bueno es luchar por derechos comunes de formas separadas; pues acaba creando, paradójicamente, aquello contra lo que luchamos, el separatismo de derechos y fomento de minorías. Separatismo que nos resta libertad, creado una vez más por etiquetas...que recordemos, deben servir para comunicarnos, no para Comunicarnos.

Y no, no me importa rectificar, aún en contra del buen marketing que se ha hecho, pues los hombres y otros colectivos han comenzado a hablar (sea para bien o para mal, al fin y al cabo el objetivo del marketing es captar la atención). No me importa ir en contra del marketing y decir que no soy feminista.

Porque hablar de ser Humano nos iguala, todo lo demás...en fin...dejo que ustedes mismos opinen...

Animo pues, a que como SERES que somos todos, colaboremos en dar soluciones a los problemas que sufrimos todos y no a entrar en una lucha que, desgraciadamente, lo que hará será deshumanizarnos y separarnos cada vez más.


YO SOY... YO SOY, that is the question.





Gracias.

Ciudadana del mundo.







"Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Qué es más digno para el espíritu?, sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra océanos de calamidades y, haciéndoles frente, ¿Quizás acabar con ellas?" W.Shakespeare.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Mentiras Platónicas e amores piadosos






A criação da mentira (I parte)



Mentir é dizer a verdade que gostaríamos...

Nesse momento no que alguem nos faz uma pergunta que desestabiliza a nossa autoconfiança, desconfiamos do questionador e contamos aquilo que achamos que agradará ao outro. Asim enriquecemo-nos da sua confiança (da que acabamos de ser Demiurgos) para devolvermo-nos a estabilidade da nossa própria.

Da mesma forma que ao perceber que o relato de alguem pode superar as expectativas da nossa vida atual ou futura, construímos a verdade que gostaríamos para equiparar ou superar a realidade alheia; também fazemo-lo quando desejamos que a nossa realidade não seja superada pelas expectativas atuais ou futuras alheias.

Contamos a verdade que gostaríamos para preservar aquilo que nos gera estabilidade. Custa tanto contar a verdade objetiva a um desconhecido, como a verdade desejada a quem apreciamos; pois o primeiro representa um papel imparcial na nossa estabilidade e o segundo é a massa que inclinará a um lado ou outro a balança da nossa autoconfiança. Asim, portanto, será mais fácil dizer verdades que atentam contra nossa própria confiança a alguem que não emita juízos de valor; da mesma forma que mentir a quem mantem a nossa autoconfiança à tona da água, para evitar deste jeito que o seu juízo nos afunde.

A mentira por si mesma não existe, carece de indentidade e estrutura. É um meio, uma técnica pela que retroalimentamos o nosso Ego em detrimento do nosso Eu, o qual vê-se frustrado quando essas verdades próprias são desenmascaradas e se tornam as mentiras do outro. É ai quando passamos pela frustração, pois tinhamos deixado a nossa autoconfiança em mãos da confiança do outro; confiança da que, se voltamos ao Início, fomos Demiurgos.

Agora, como Criadores dessa Massa, não temos outra opção que comê-la, degluti-la e indigestarmo-nos, para Finalmente-e se não morremos antes por práticas coprofágicas- desestabilizar o nosso Ego e libertar o nosso Eu para viver com Nossa autocriação.