lunes, 20 de julio de 2009

Rozando el filo de lo imposible



Paso tras paso observaba el contoneo serpenteante de aquel dulce caminar.
Una mirada, fugaz, divertida y con un ligero toque místico. ¿Bohemio? Quizás…
Me detengo bruscamente aturdiéndome semejante situación.
Un aroma seduce mis sentidos y parezco perder la razón. Imposible, la distancia es infinita, ¿de dónde procede? Creo oír un sonido, susurro, un hilo de voz. Envuelve mi cabeza y mi cuerpo haciéndome sentir casi como una pluma, aunque no consigo elevarme…
Continúo en el mismo lugar, cumpliendo con mi forma estática; absurda situación, quizá real, quizá casual, mental u onírica?
Pierdo el conocimiento del presente, acaricia mi mente el pasado y se dibuja ante mí un futuro, me dejo caer lentamente hasta yacer nuevamente donde me encontraba; ese lugar rozando el filo de lo imposible…






Gracias.






Ciudadana del mundo

1 comentario:

  1. No tiene porque ser malo dejarse llevar. Sabes que soy de los que piensa que para disfrutar al máximo de la vida es necesario arriesgar. Muchas veces nos invade la cobardía, la falta de agallas para afrontar situaciones que nos asustan... Es humano. Pero no debemos dejar que esos sentimientos se apoderen de nosotros. Tenemos que luchar contra nosotros mismos y, como tu dices, vivir siempre al filo de lo imposible, tratando no cortarse.

    Un abrazo señorita


    Loco al habla
    (desde un tren con WiFi en medio de ninguna parte)

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